11. Cafeína inversora
[2min. lectura] El riesgo financiero, horizonte temporal y efectivo
El riesgo financiero y el horizonte temporal
El riesgo financiero no es una cuestión de letras griegas o volatilidad, como muchos piensan. En lugar de medir el riesgo por cuánto fluctúa el precio de un activo (lo que muchos llaman beta), es mejor ver el riesgo como la posibilidad de sufrir una pérdida, especialmente cuando hablamos del tiempo que se mantiene una inversión.
Imagina que compras acciones de una empresa esta mañana y planeas venderlas por la tarde. Esta es una operación arriesgada, ya que las probabilidades de perder dinero en tan poco tiempo son altas. Sin embargo, si compras esas mismas acciones con la intención de mantenerlas durante años, el riesgo cambia. Por ejemplo, adquirir acciones de una empresa sólida como Coca-Cola y mantenerlas a largo plazo reduce significativamente el riesgo de pérdida. Sin embargo, si las compras a las 10:00 am para venderlas a las 12:30, el riesgo se incrementa exponencialmente.
Medir el riesgo por la volatilidad de los precios es un error. Lo realmente importante es el horizonte temporal que uno tiene en mente para la inversión. Si inviertes a largo plazo, el riesgo de una inversión en una buena empresa es bajo, incluso si sus precios fluctúan en el corto plazo.
Por otro lado, hay negocios, como el de seguros contra catástrofes, donde perder dinero en un año específico es prácticamente seguro. Pero si se analiza en un horizonte de una década, las probabilidades de pérdida son bajas, y por lo tanto, el negocio no es tan arriesgado como podría parecer a simple vista. Evaluar correctamente las probabilidades y entender que el tiempo juega un papel crucial en cómo se percibe y maneja el riesgo.