La expansión internacional
Puede parecer una oportunidad atractiva para muchas empresas, pero a veces, concentrarse en el mercado local es la mejor estrategia. Podemos verlo con el ejemplo de GEICO, la aseguradora de que forma parte de Berkshire. Con solo el 2,5% del mercado automovilístico estadounidense (año 1996), tenía un potencial enorme dentro del país. Expandirse internacionalmente podría ser una distracción que desviaría la atención de las oportunidades que existen en su mercado principal.
El éxito de GEICO ha sido su enfoque. En los años 80, cuando intentó diversificarse, el resultado fue desastroso. El coste de esos experimentos no solo fue financiero, sino que también les hizo perder el foco en su negocio principal. Bajo la dirección de Tony Nicely, GEICO se centró en crecer únicamente en EE.UU, decisión que con los años se demostró acertada.
Empresas como Coca-Cola y Gillette han demostrado que cuando se centran en sus mercados principales, los resultados son mejores. Hace 20 años, ambas compañías no alcanzaban su potencial debido a la diversificación y falta de enfoque. Sin embargo, cuando volvieron a concentrarse en lo que mejor sabían hacer, sus resultados se dispararon.
GEICO, Coca-Cola y Gillette son ejemplos de cómo un enfoque claro en el mercado principal puede permitir a una empresa maximizar su potencial y rentabilidad. No significa que la expansión internacional sea negativa, sino que cada empresa debe evaluar sus fortalezas dentro de su mercado central antes de aventurarse en otros territorios. En el caso de estas compañías, entender bien a su cliente local y priorizar la optimización de su presencia en el mercado principal les ha permitido consolidarse.
Además, centrarse en un mercado específico les permite evitar los riesgos que pueden surgir con la expansión internacional, como la adaptación a diferentes regulaciones, culturas y preferencias de consumo. Esto no solo requiere un nivel significativo de recursos financieros y logísticos, sino también la capacidad de gestionar complejidades que pueden desviar el foco de las actividades principales de la empresa. Para muchas organizaciones, dedicar esos recursos a afianzar su liderazgo en el mercado local puede ser una estrategia más rentable y menos arriesgada a largo plazo.