¡Bienvenido a Galician Investor!
Si eres nuevo aquí y estás interesado en análisis detallados de empresas, explorar mi filosofía de inversión, descubrir cómo gestiono mi cartera, y acceder a material exclusivo, todo desde una perspectiva prudente, paciente, enfocada en calidad y con una visión a largo plazo, te invito a suscribirte. Puedes unirte por solo 166€ al año. Haz clic en el siguiente enlace para comenzar.
Además, si tienes dudas sobre la calidad del contenido, puedes conocer la opinión de más de 100 suscriptores premium en el siguiente enlace.
*Este articulo es en abierto para todo el mundo
Comienzo una serie de publicaciones en las que analizo los principales errores que cometemos los inversores al invertir, con la única finalidad de ayudar a corregirlos o por lo menos, minimizarlos.
En el mundo de las inversiones, la capacidad de predecir el futuro de la economía es a menudo vista como la clave para el éxito. Sin embargo, la realidad sugiere un algo muy diferente. Este artículo busca explicar por qué las predicciones pueden ser el camino incorrecto a la hora de tomar decisiones de inversión.
El mito de la precisión en las predicciones
Las previsiones te dirán mucho sobre el pronosticador; pero no te dirán nada sobre el futuro - Warren Buffett
Un mito persistente es que los expertos y analistas poseen habilidades para predecir el futuro de los mercados con precisión. Sin embargo, la realidad es totalmente distinta. A pesar de la amplia disponibilidad de datos y herramientas analíticas sofisticadas, las predicciones frecuentemente fallan, no solo entre los aficionados ya que también afecta a los profesionales del sector.
Muchos analistas, atrapados en una burbuja de autoconfianza, tienden a sobreestimar su capacidad para pronosticar eventos futuros en los mercados. Investigaciones en este campo han mostrado que una mayoría de analistas, alrededor del 68%, creen erróneamente que sus habilidades de pronóstico son superiores al promedio. No solo refleja un optimismo desmedido sino también falta de realismo.
Esta sobrevaloración de las habilidades predictivas puede tener varias raíces. Una de ellas es la llamada "ilusión de control", donde los individuos creen que tienen más influencia sobre los eventos externos de lo que realmente tienen. Además, la naturaleza de los mercados financieros, con su incertidumbre y complejidad, hace que la tarea de predecir eventos futuros sea extraordinariamente compleja. Los mercados están influenciados por millones de factores interconectados como los cambios económicos globales, políticas gubernamentales, desastres naturales, o la psicología de los inversores.
Las decisiones de inversión basadas en pronósticos erróneos pueden llevar a malas decisiones de inversión y a pérdidas financieras. Por lo tanto, es crucial para los inversores y analistas reconocer la práctica imposibilidad de realizar predicciones acertadas de forma recurrente y centrarse en lo que realmente importa al invertir, las empresas individuales.
¿Por qué insistimos en predecir?
Es sorprendente lo poco que se necesita para obtener una ventaja competitiva en el mundo. No tienes que ser más inteligente que el resto; solo tienes que ser más disciplinado. - Charlie Munger
La respuesta puede ser una combinación de ignorancia y confianza excesiva. Es común ver que aquellos con un historial de predicciones erróneas son los más seguros de sus habilidades. Un problema doble, donde la falta de habilidad va de la mano con una falta de conciencia sobre esta deficiencia.
La ignorancia juega un papel importante. Muchos inversores no son conscientes de sus limitaciones y de la incertidumbre de los mercados financieros. Este desconocimiento puede llevar a una confianza infundada en sus propias predicciones.
La arrogancia también es un factor a tener en cuenta. En un campo donde la información es poder, y el conocimiento es visto como la clave del éxito, es fácil creer que se sabe todo. Especialmente vista en aquellos que han tenido algún éxito previo, sobrevalorando su habilidad para predecir el futuro.
El ego
No es lo que no sabemos lo que nos mete en problemas; es lo que sabemos con certeza, pero simplemente no es así." - Mark Twain
Una práctica común entre los inversor, cuando se equivocan, es recurrir a a la defensa del ego. Esto les permite justificar y minimizar sus fallos. Un ejemplo típico es la excusa del "casi acierto", donde un pronosticador señala que estuvo muy cerca de predecir correctamente un resultado, justificando que su lógica era sólida, pero que algo imprevisible alteró el resultado final. 😅
Otra justificación es "aún no ha sucedido", indicando que aunque su predicción no se ha producido en el momento indicado, lo hará. Esta forma de pensar permite a los expertos mantener sus teorías, a pesar de la evidencia en contra.
Estos mecanismos de defensa son una manera de combatir el conflicto mental que surge cuando la realidad no coincide con las expectativas. En lugar de cuestionar sus habilidades de predicción, reinterpretan la narrativa en torno a sus pronósticos fallidos. No solo afecta la capacidad de aprender de los errores, sino que también puede llevar a un ciclo continuo de predicciones poco fiables.
Anclaje: El refugio en la incertidumbre
Precio es lo que pagas, valor es lo que obtienes. - Warren Buffett
Esta tendencia implica que las personas se aferran a un dato o métrica, a menudo irrelevante, y lo utilizan como base para tomar decisiones. En el mundo de las inversiones, fijarse en el precio y lo que hace suele ser un error frecuente. Actúa como refugio psicológico, proporcionando una sensación de control en un entorno impredecible. Por ejemplo, un inversor podría anclarse a una proyección de precio específico para una acción y basar todas sus decisiones de compra o venta en torno a ese número, ignorando otros factores mucho más determinantes.
Esto puede hacer que los inversores ignoren nuevas informaciones, manteniendo decisiones de inversión que ya no son adecuadas. Otro ejemplo son las decisiones de inversiones tomadas por patrones gráficos pasados, pensando que existe posibilidad de que a futuro vuelvan a repetirse porque en el pasado así lo ha hecho.
Evitar la trampa de las predicciones
Se ha perdido más dinero preparándose para las correcciones o tratando de anticipar las correcciones que el dinero perdido en las correcciones mismas - Peter Lynch
En lugar de intentar adivinar lo que deparará el futuro, una forma de invertir mucho más sensata es la de buscar y centrarse en empresas individuales que puedan atravesar cualquier tormenta económica, sobrevivir e incluso crecer ante las adversidades. Todos somos conscientes de que el futuro traerá alguna crisis y de que la economía y empresas no crecen de forma lineal.
Invirtiendo en empresas con sólidos fundamentales, balances como rocas, algún tipo de ventaja competitiva, buenas directivas y siendo muy pacientes, es mucho más probable ser exitoso en el mundo de las inversiones que tratando de adivinar año tras año lo que la economía hará.
¿Cuántos son los que predijeron que el mercado post Covid tardaría años en recuperarse, o que el año 2023 era mejor permanecer en liquidez? Los mismo que seguirán insistiendo hasta que algún año acierten. Tranquilo, te recordarán su acierto, pero olvidarán sus errores.
Buenas tardes,
Estando de acuerdo con prácticamente todos los argumentos, he de decir que todas las personas que invertimos somos "pronosticadores" de alguna manera. Si no lo fuéramos seguramente no invertiríamos. Quizás el matiz fundamental (nunca mejor dicho) resida en el "como":
Invirtiendo en empresas con sólidos fundamentales, balances como rocas, algún tipo de ventaja competitiva, buenas directivas y siendo muy pacientes.
Gracias !
Un abrazo.