Recientemente tuve una discusión con un amigo y suscriptor sobre la conveniencia de invertir o no en fondos temáticos (energía, agua, mercados emergentes, inteligencia artificial…) o cualquier otro sector que estuviese de moda y prometiese retornos extraordinarios por el simple hecho de tener un futuro brillante.
No haré de esta entrada algo muy extenso, puedes leerlo de forma relajada con el ☕️ de media mañana.
La banca de inversión despliega campañas de marketing excepcionales dirigidas a inversores poco informados e incautos, promoviendo fondos que siguen las tendencias del momento. Sin embargo, a menudo esta habilidad para el marketing no va de la mano con una gestión de activos competente.
No llevo tantos años invirtiendo como para decir que he vivido numerosas burbujas en los mercados, pero si que he leído lo suficiente para detectarlas y mantenerme alejado cuando se está empezando a formar una. Puede resultar atrayente invertir en un fondo que se enfoca en empresas de inteligencia artificial, ya que se percibe como la ola del futuro, o en un fondo temático centrado en vehículos autónomos.
Indudablemente, estas son industrias prometedoras, que podrían impulsar el crecimiento económico mundial en las próximas décadas. Pero, ¿cuántas de estas empresas seguirán en pie en 20, 30 o 40 años? ¿Podrías identificar a los ganadores? Yo, por mi parte, estoy seguro de que no. Permíteme ilustrar esto con algunos ejemplos.
Burbuja del automóvil: A principios del siglo pasado se sabía que la industria automotriz era el futuro y crecería a ritmos desorbitados. Nadie se equivocó en sus predicciones, pero nadie sabía quienes serían los ganadores. Una industria tan prometedora, con posibles altos retornos atraería a cientos de competidores. Hoy en día pocos son los que han sobrevivido: Ford, General Motors, Chrysler… Warren Buffett compartió en su reunión anual de 2021 esta imagen únicamente con los fabricantes que comenzaban por la letra M.
La burbuja Dot-com (1999 - 2000): Fue un período de especulación extrema en torno a las empresas de tecnología e Internet. Empresas como Pets.com, Worldcom o Terra son ejemplos de la exuberancia irracional que caracterizó esta burbuja. Estas empresas, junto con muchas otras, vieron que sus valoraciones se disparaban a pesar de tener pocas o ninguna ganancia, y finalmente colapsaron cuando la burbuja estalló. Anecdótico son las burlas que despertó Warren Buffett por “haber perdido su punto” y no beneficiarse de estas empresas. La historia habla por si sola.
La burbuja inmobiliaria y de las hipotecas subprime (2006 - 2008): Durante este período, los precios de las viviendas en Estados Unidos subieron a niveles insostenibles, y muchos bancos y otras instituciones financieras participaron en prácticas de préstamo de alto riesgo. Empresas como Lehman Brothers y Bear Stearns fueron actores clave en esta burbuja y colapsaron cuando estalló.
Ultimo años: Sin remontarnos tantos años atrás hemos visto burbujas en criptoactivos, NFT, Blockchain, comercio electrónico después de la pandemia o empresas energéticas y de materias primas tras la alta inflación vivida en los dos últimos años.
Con certeza, en los meses o años venideros se presentarán nuevas oportunidades de inversión, respaldadas por argumentos sólidos para invertir en áreas como la Inteligencia Artificial, China, India, turismo espacial, entre otras temáticas alentadoras. Confío en que muchas de estas jugarán un papel crucial en la futura economía global. Sin embargo, no me considero suficientemente equipado para desentrañar cuáles serán las más exitosas. No es el tipo de apuesta en el que me siento cómodo, pero estoy convencido de que estaré bien observando desde la barrera.
Invertir en historias, promesas o cuentos es algo que me parece realmente complejo de realizar para cualquier persona. Las dotes de adivinanza que requiere este tipo de inversiones, como he demostrado en los ejemplos anteriores, no creo que sea factible de forma eficiente. Por tanto, mantenerse alejado, por muy bonito que lo pinten, es la posición más prudente.
Pero Galician, ¿Y si hubiese descubierto Amazon en el año 1999 a 3$? Pues casi con total seguridad lo hubieses vendido en el año 2000 cuando cayó por debajo de 1$. 😉
¿Como invertimos entonces?
Mi mensaje será siempre el mismo:
Busca buenas empresas de calidad con historial contrastado.
Cómpralas a buen precio.
Espera años sin hacer nada, sólo vigilarlas.
Si te sientes incapaz de realizar el proceso, tienes la opción de confiar en un gestor que cumpla con tus requisitos, pero solo después de realizar una investigación exhaustiva sobre él. Otra alternativa es seguir el consejo de Buffett y optar por los fondos indexados. Por último, te invito a suscribirte a mi Substack, donde me esfuerzo por compartir ideas duraderas y que mejoran con los años.
DISCLAIMER: Ninguna de las empresas comentadas suponen un recomendación de compra o de venta, son mis propias opiniones. Cada persona de de realizar su propia investigación.
Muy entretenida y recomendable es la lectura de "El hombre que cambió su casa por un tulipán" de Fernando Trías de Bes sobre las múltiples crisis derivadas de burbujas y euforias financieras a lo largo de la historia.
Pues discrepo. Creo que metes todo en el mismo cesto y no es así. Nada tienen que ver criptos, etc. con tendencias tan claras como la energía verde (eólica, solar, hidrógeno, etc.), la biotecnología o IA y robótica. Si estoy de acuerdo, que como las acciones, no se deben comprar cuando están en plena moda, si no antes. Por otra parte me parece bastante más efectivo buscar y seleccionar ETF, que FI, pero en eso y como siempre, para gustos los colores.