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En el artículo de hoy quería exponer las razones que me hacen mantener mis inversiones alejadas de China, a pesar de las posibles múltiples oportunidades que pueda depararnos el gigante asiático. Dormir tranquilo es una de mis premisas a la hora de invertir, con China no lo conseguiría. No digo que no sea un lugar apropiado para otros inversores con estilos de inversión distintos, mayor aversión al riesgo o un conocimiento mucho más amplio que el mío sobre dicho país, lo cual no es difícil, ya que el mío es nulo. Simplemente trataré de exponer las razones que me mantienen a mi lejos de China.
Alibaba, el comienzo
Como bien sabéis aquellos que me leéis desde hace tiempo, uno de mis mayores errores de inversión, fue invertir en Alibaba. No por la pérdida, ya que se trataba de una posición que ocupaba aproximadamente un 4% de mi cartera y la devaluación en el momento de su venta fue de un 6%-7%, sino por las múltiples causas que comprenden este artículo. Como anécdota, comentar que vendí mi posición el mismo día que Charlie Munger entró en ella, fue mera casualidad, aunque tampoco me hizo dudar en lo que hice. Sabía que yo estaba equivocado.
Alibaba es un gigante chino de Internet que abarca el comercio electrónico, la entrega de alimentos, la nube, las finanzas del consumidor, los medios y mucho más. La empresa crecía a un ritmo vertiginoso y su futuro parecía prometedor (y seguro que lo es). Su crecimiento bursátil, hasta la fecha de mi venta (Verano de 2021), había ido en consonancia con su crecimiento y parecía que podía seguir siendo así en el futuro.
Parecía una inversión fabulosa para la próxima década, pero me di cuenta de que había muchas cosas que desconocía y que me iban a tener intranquilo durante su tenencia en cartera. Estas cosas son las que me han hecho también mantenerme alejado de China y tomarme más en serio lo que Buffett define como círculo de competencia.
Lazos gubernamentales
Cuando invierto en una empresa, lo que suelo buscar es que esté dirigida por gerentes fundadores o al menos por directivos con una alta alineación en la empresa. En el caso de Alibaba no es así, ya que está muy influenciada por el Gobierno. Varios inversores previos a la salida a bolsa de Alibaba en 2014 tenían fuertes conexiones con el gobierno de Jiang Zemin (Boyu Capital, establecida por Alvin Jiang, el nieto de Jiang Zemin; New Horizon Capital, que fue cofundada por el hijo de Wen Jiabao, Winston Wen; y CITIC Capital, encabezada por los príncipes Wang Jun y Chen Yuan….)
Esto provoca que los intereses de la empresa estén centrados en recompensar a estos poderosos inversores más que al accionista minoritario. Como ejemplo, la compra de Alibaba CITIC por parte de Alibaba por nada más y nada menos que 500 millones de dólares. La cifra por si sola no nos dice mucho, pero la empresa adquirida no había generado ganancias en 8 años, no tenía perspectivas de crecimiento, y por no tener, no tenía ni pagina web.
No quiero generalizar y decir que en todas las empresas suceda lo mismo, pero no sería de extrañar que en un Gobierno comunista existieran más casos de este tipo. Ante la duda, me mantengo lejos.
Propiedad de las acciones
Cuando inviertes en China no eres propietario de las acciones, sino que las obtienes mediante una estructura compleja denominada VIE (Entidad de Interés Variables). Los inversores que tienen capital en empresas que trabajan bajo este modelo no adquieren control sobre la empresa en cuestión ni sus activos, sino que adquieren acciones sobre una empresa pantalla ubicada en un paraíso fiscal.
Estas estructuras son complejas, frágiles y nuevamente dependientes del autoritario Gobierno chino. Los accionistas no son propietarios de los activos y por tanto no tienen derechos. Se basan en acuerdos contractuales con la VIE, con lo que habría que entender su estructura para saber si es o no confiable su propietario, en este caso, Jack Ma.
Entender a la perfección una estructura VIE es complejo, oscuro y llena de tecnicismos difíciles de asimilar, como que por ejemplo Jack Ma pueda seguir controlando la empresa una vez cesado su cargo de Presidente y con únicamente un 5% de las acciones.
Todo este oscuro panorama legal no hace muy atractiva la posesión de acciones, independientemente de la aparente prosperidad de la empresa.
La contabilidad y adquisiciones de la empresa
La contabilidad de Alibaba es turbia. La estructura corporativa de la compañía, con una red de más de 1.000 entidades, muy compleja. Siendo además la amplia mayoría adquiridas en los últimos años. Gran parte del crecimiento de sus ingresos cada año proviene de la consolidación de adquisiciones de dudosa calidad. Las entidades que componen la estructura de Alibaba aparecen y desaparecen de las cuentas de la compañía año tras año y sin explicación. Además, gran parte del crecimiento de sus ganancias retenidas proviene de extrañas revalorización de activos.
Algunas de estas dudosas adquisiciones son las siguientes:
Meizu: Adquirida en 2015 por 500 millones de dólares, fabricante de teléfonos móviles (nada que ver con Alibaba). Fue rescatada en 2019 por el Gobierno.
ChinaVision: Pérdidas de más de 500 millones de dólares
Guangzhou Evergrande Football Club: 192 millones de dólares para obtener el 50% de este club de fútbol que acumula pérdida tras pérdida.
Parece bastante evidente que detrás de estas adquisiciones no existe un asignador eficiente de capital, sino más bien un Gobierno que obliga a realizar dichas adquisiciones, independientemente de que sean buenas o malas para la empresa.
En cuanto a los auditores que se encargan de verificar las prácticas contables de Alibaba existen también numerosas dudas, algo que no escapa de la SEC, que está investigando posibles violaciones de las leyes federales de valores que comenzaron en 2016.
Por último, las autoridades chinas no permiten que auditores o autoridades extranjeras auditen empresas locales. Con lo que la SEC está considerando opciones que obligan a las empresas chinas a ser más transparentes, en la medida en que evalúan la amenaza de excluir de la lista a las empresas que no cumplan sus requisitos.
Cultura empresarial
La cultura de trabajo impuesta en Alibaba es conocida por ser altamente emprendedora, exigente y desmoralizadora. Hablando de horas de trabajo, hay un término que se conoce como "horario de trabajo 996" (9 a. m. a 9 p. m., 6 días a la semana). Alibaba figuraba entre las empresas que peores condiciones de trabajo ofrecen en China en el ámbito de la tecnología, llegando incluso a violar alguna Ley.
La jornada laboral debería de considerarse un privilegio. - Jack Ma
Además de la presión horaria, parece bastante común la tensión, presión, falta de respeto y gritos en el lugar de trabajo. Vamos, que ir al trabajo se convierte en una autentica pesadilla para millones de personas.
Cultura y Gobierno de China
La cultura y gobiernos de China están muy alejados de lo que conocemos en el mundo occidental, no voy a entrar en debates sobre si son mejores o peores que nosotros, pero si que el desconocimiento me haría estar intranquilo.
Debido a que es un país comunista, la propiedad privada es un área gris, los marcos regulatorios son complicados, la toma de decisiones es opaca y los cambios de política son impredecibles. El gobierno no tiene miedo de cerrar industrias grandes y rentables para lograr objetivos sociales y políticos que les convenga.
Algunas de las medidas que han tomado son las siguientes:
Limitación del número de horas que los menores de edad pasan en internet o jugando a videojuegos. Los videojuegos fueron definidos como el opio del pueblo.
Los reguladores suspenden la oferta pública inicial de $ 37 mil millones de Ant Financial, la plataforma de pagos más grande de China.
Prohibición de empresas de tutorías extraescolares. Obligación de convertirlas en entidades sin ánimo de lucro.
Estas medidas tomadas por el Gobierno puede que tengan un impacto positivo en sus ciudadanos y economía, pero está limitando mucho su libertad.
Rob Vinall, admirado por mi, escribió una carta muy interesante en Agosto de 2021 sobre China. En ella, dice que las preocupaciones regulatorias entre China y Occidente son similares, únicamente que en China se ejecutan mucho antes, sin menos papeleo y con más “mano dura”. En parte, debido a que ciertas industrias carecían de regulación o que son industrias malignas para la población. El problema está en qué puede considerar el Gobierno no deseable para la población en un futuro y decida regular/castigar.
Estas razones son las que me han hecho olvidarme de un país tan complejo y difícil de entender para un inversor particular como yo. No quiere decir que tú no puedas invertir en ello si crees que tienes capacidad suficiente para hacerlo.
Para mi, ha sido una lección importante en mi camino como inversor del que debo de aprender para tratar de equivocarme lo menos posible en el futuro. Invertir en Alibaba o en cualquier empresa de China, creo que es invertir en el país, lo que considero un riesgo demasiado elevado. El mundo está lleno de oportunidades mucho más sencillas e igualmente rentables como para complicarme tanto y quitarme el sueño.
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DISCLAIMER: Ninguna de las empresas comentadas en este artículo es una recomendación de compra o de venta, cada persona debe de realizar sus propios análisis.
Hola Galician, gracias por tus reflexiones. Como me hubiera gustado leerlas hace más de dos años cuando entré en BABA. Asumir la pérdida y aprender es parte del proceso de formación y estar atentos a no repetir los errores del pasado. Saludos.
Gracias por tu sincero análisis, pero a mí me pasó igual, aunque limitar las pérdidas obtenidas me permitió salir ( con grandísimas pérdidas) . Los comunistas, como nuestro felón y sus frankesteins, los conocí hace 40 años en la Facultad, y actúan por doctrina e interés solo ideológico, no vale la razón ni el sentido común, sólo el dominio a cualquier precio, aunque he comprado Pax Global