¿Invertir o impresionar?

El peligro de la complejidad

No necesitas ser un científico de cohetes. Invertir no es un juego donde el tipo con un coeficiente intelectual de 160 vence al tipo con un coeficiente intelectual de 130. - Warren Buffett

Muchos inversores pretenden impresionar con empresas exóticas y complejas, o siendo los primeros en descubrir una nueva tendencia, menospreciando las ideas de otros, dado que si no son los primeros no tiene mérito. Inspirarse en los demás no recibe halagos, pero a veces es muy rentable. El problema para la mayoría de las personas es que inspirarse en las ideas de otra persona rara vez recibe elogios por ser inteligente. Si no eres innovador, el primero, o no haces algo nunca antes visto, no luces bien y la mayoría de la gente no está interesada en eso. Con esto no digo que haya que copiar, eso nunca, pero inspirarse en ideas ajenas sí.

Es normal ver a personas utilizando modelos complejos en Excel para demostrar que tienen razón, usando estrategias dignas de un premio Nobel o incorporando productos derivados arriesgados, para parecer más sofisticados, pero a menudo se desvían del objetivo principal, rentabilizar sus ahorros. Las prisas a veces juegan malas pasadas.

Admite tus errores y deja el ego de lado. La inversión es un proceso de tratar de predecir qué hará un conjunto de empresas en el futuro. Por ello es mucho mejor apostar por aquellas con balances sólidos, dirigidas honestamente y con modelos predecibles. Pero ten clara una cosa: te vas a equivocar. Asúmelo. Si te cuesta admitir errores por miedo a dañar tu ego, indexate o delega. No es un juego para ser el más listo.

No busques oportunidades ocultas bajo piedras. Las mejores oportunidades a menudo están delante de ti: Visa, Microsoft, Apple, Google, Berkshire... Todas ellas eran conocidas hace 20 años y han dado retornos extraordinarios. No parecerás el más inteligente, pero habrías ganado dinero.

Muchos “expertos” del mercado habrían comprado estas empresas hace 10 años, pero habrían predicho 20 crisis en estos últimos 10 años, saliendo y entrando del mercado múltiples veces, pagando más comisiones y obteniendo menores ganancias, o incluso pérdidas, por tratar de predecir el mercado en lugar de simplemente sentarse y esperar. Como dice Buffett: “Wall Street es el único lugar donde la gente llega en un Rolls Royce para recibir consejos de aquellos que toman el metro”

Busca modelos de negocio sencillos que entiendas y que puedas explicar a un niño de 8 años. No necesitas entender un modelo ultracomplejo para ganar dinero. Sam Walton se hizo el hombre más rico de EEUU con cadenas de supermercados, Buffett con Coca Cola, Lynch con Dunkin Donuts, Sleep con Costco.

Aléjate de las grandes modas y nuevas supertendencias: inteligencia artificial, coche autónomo, big data, blockchain… No pierdas el tiempo en buscar la nueva gran ganadora. Miles de empresas competirán en futuros nichos rentables; desaparecerán muchas más empresas de las que sobrevivirán y muchas menos triunfarán. La riqueza es el resultado de la paciencia y de evitar grandes pérdidas.

“Gana dinero porque hace Buy and Hold, nada extraordinario”. Lo ordinario es lo que funciona en la inversión; lo único extraordinario es hacerlo de forma racional durante largos periodos de tiempo.

No quiere decir que no se puedan hacer ambas cosas: parecer inteligente y generar riqueza. Sin embargo, como inversor, parecer inteligente ante el mundo exterior a menudo puede ir en detrimento de tu patrimonio.

Quizás sea más un fenómeno psicológico. Algunos estudios han demostrado que los humanos prefieren parecer algo sin serlo en realidad, ya sea famoso, rico o hábil, que serlo y que nadie lo sepa. Más personas preferirían ser percibidas como algo que ser esa cosa en sí misma. ¿Dudas? Pásate por Fintwit y descubrirás el “Yo ya lo dije hace meses”.

Entonces, ¿qué hace la gente? Se desvían del camino. Creyendo que la hierba es más verde del otro lado, muchas personas buscan nuevas ideas, estrategias, activos, ídolos… y, a menudo, siguen lo que es popular en el momento.

Así funciona mi cabeza, mi filosofía de inversión. Me da igual ser el más listo, solo me importa una cosa: rentabilizar mis ahorros. Me equivocaré año tras año y seguiré inspirándome en otros mejores que yo.

Buena semana a todos.