No puedo recordar ninguna discusión que Charlie y yo hayamos tenido, en la que hubiéramos llegado a la conclusión de que deberíamos pasar por alto una gran oportunidad de negocio, un negocio para comprar debido a condiciones externas, ni tampoco compramos algo que consideramos mediocre simplemente porque pensábamos que el mundo iba a ser maravilloso. - Warren Buffett
*Este artículo es en abierto para todos los lectores.
No tenía pensado escribir esta publicación; de hecho, estas reflexiones son bastante improvisadas. Sin embargo, ayer recibí un WhatsApp de un amigo y decidí escribir algo al respecto por la tarde.
La verdad es que no tengo ninguna certeza sobre si estamos ante una inminente recesión o no. Mi forma de invertir no se basa en predecir si la situación económica empeorará en los próximos meses o años. Muchos expertos en macroeconomía, que rara vez invierten en bolsa salvo por alguna que otra apuesta al azar, llevan años prediciendo recesiones y actuando en consecuencia, a menudo alarmando a personas que llevan poco tiempo invirtiendo o son extremadamente sensibles a la volatilidad.
Lo único inevitable en los ciclos económicos son los auges y las recesiones; algunas más pronunciadas, otras menos. Sin embargo, creo que gracias al efecto altavoz de las redes sociales y los medios de comunicación, nunca antes se había anunciado tanto esta futura recesión. Aunque en esta ocasión, como en tantas otras, las razones no faltan: la inflación ha elevado el coste de vida a niveles que no recuerdo haber visto, los tipos de interés han subido a niveles no vistos en varias décadas (sin ser excesivos), la curva de tipos se ha empezado a desinvertir, el sistema ha sido inundado con una liquidez desorbitante, el precio de las viviendas y los alquileres se ha disparado en los últimos tres años y, por si fuera poco, la semana pasada los datos de empleo de EE.UU. quedaron muy por debajo de las expectativas y el Gobierno de Japón decidió aumentar las tasas de interés del 0% al 0,25%, los niveles más altos desde 2008, provocando un lunes negro en el Nikkei, con una caída del 12%, la más drástica desde 2008.
Los motivos que podrían llevarnos a la próxima recesión son tantos que podría pasar una semana escribiendo sobre ellos. Sonarían muy inteligentes y quedarían muy bien si se cumplieran, pero no sirven de mucho para el inversor particular que toma decisiones desde su casa. Esto no significa que no se pueda ser un gran inversor con un enfoque macroeconómico; inversores como Druckenmiller y Ray Dalio basan su filosofía en ello. Pero, aparte de ellos, no se me ocurren muchos más. Es algo más extraordinario que ordinario, especialmente si uno intenta hacerlo desde su casa.
¿Intento predecir con esta publicación la próxima recesión? No, eso se lo dejo a los expertos. Seré sincero, no tengo esa capacidad de predicción. Puedo ver señales que apuntan en esa dirección, pero nunca intentaré hacer predicciones, mucho menos tomar decisiones de inversión en base a ello.
¿Cambiaré mi estilo de inversión? Tampoco. Mi forma de invertir se basa en analizar la economía de las empresas individuales, sin importar los factores externos. Trato de encontrar las mejores empresas posibles, aunque cometa errores en el proceso. Esta es la mejor protección ante una recesión, sea leve o profunda. La volatilidad será inevitable si esto ocurre; para algunos será un dolor de cabeza, mientras que para otros será una oportunidad de ampliar posiciones a medida que tengan liquidez.
Una pregunta frecuente que me hacen muchos suscriptores es si deberían mantenerse en liquidez esperando a que la situación se estabilice. Personalmente, considero que es un gran error. La recesión puede ocurrir o no; en 2022, muchos predijeron que el S&P 500 caería por debajo de los 2.000 puntos y ahora estamos cerca de los 6.000. Piensa en esto: ¿Qué vale más, 1 dólar en efectivo o 1 dólar invertido en una acción de calidad y crecimiento adquirida a buen precio dentro de 10 años?
Se ha perdido más dinero intentando prever las correcciones y protegiéndose frente a ellas que sufriéndolas realmente - Peter Lynch.
Otro tema es si estar 100% invertido o dejar algo de liquidez para aprovechar oportunidades que puedan surgir. Personalmente, soy partidario de estar completamente invertido, pero no me parece una mala opción dejar un porcentaje menor al 40% en liquidez. Todo depende de los flujos de ingresos de cada persona y su horizonte temporal. Cuando hablo de estar 100% invertido, me refiero al dinero destinado a inversiones, ya que cada uno debe tener claro cuánto necesita para vivir y, sobre todo, sentirse cómodo con la volatilidad. Obviamente, ni se os ocurra endeudarse, adelantar nóminas o tocar el colchón de emergencia que, tristemente, se ha popularizado en redes.
¿Quiénes deberían estar preocupados? Es comprensible que algunas personas se sientan asustadas ante la volatilidad, que a veces no es solo volatilidad sino también una amenaza real. Si tienes en cartera empresas con pocas o ninguna ventaja competitiva, un balance altamente endeudado, empresas excesivamente sobrevaloradas, con fundamentales pobres, empresas que aún son meras promesas pero con un historial de rendimiento deficiente (conocidas popularmente como growth stocks), decisiones basadas en gráficas o líneas que no dicen nada sobre el negocio, o decisiones tomadas con un horizonte temporal menor a cinco años, entonces tienes motivos serios para estar preocupado.
“¿Por qué el tiempo requerido para que un planeta circule alrededor del sol debería sincronizarse exactamente con el tiempo necesario para que las acciones comerciales den sus frutos? En cambio, recomendamos una prueba de no menos de cinco años como una vara de medir aproximada del desempeño económico” - Berkshire letter 1983”
A lo anterior también añadiría a los que copian descaradamente sin conocer lo que tienen en cartera. La volatilidad será muy dura para ellos, dado que no saben lo que llevan en cartera, con lo que no saben si lo que cae, cae con razón o por mera volatilidad. Inspirarse en otros está bien, pero copiar puede meterte en problemas.
"La convicción no puede copiarse” - Emérito Quintana.
¿Qué nos dice Buffett?
Cuando tengo dudas sobre alguna cuestión relacionada con la inversión suelo acudir a las enseñanzas de Warren y Charlie, no hay mejores mentores. Creo que si te gusta la inversión deberías de dedicarle unos minutos a estos videos, pueden ayudarte.
Invertir durante tiempos de incertidumbre
A partir del minuto 3 se centra en el tema.
En este video, Warren nos dice de forma muy didáctica que, en cualquier momento de la historia, siempre ha habido un número de factores negativos que podrían haber llevado a la gente a predecir un futuro sombrío, como en 1974 cuando las acciones estaban a precios de ganga. A pesar de esto, Warren enfatiza que los Estados Unidos y sus negocios han prosperado a largo plazo, superando guerras, crisis económicas y otros desafíos. Las oportunidades han prevalecido sobre los problemas e invertir en buenos negocios siempre ha sido una estrategia ganadora. Warren y Charlie no toman decisiones de inversión basadas en previsiones macroeconómicas, sino en la calidad de las empresas. El verdadero desafío para los inversores no es la economía, sino ellos mismos, ya que los errores y las expectativas poco realistas son los que a menudo llevan a pérdidas.
Algunas personas no deberían de poseer acciones
En esta otra entrevista menciona, a partir del minuto 2, que hay personas que no deberían poseer acciones si no pueden manejar las fluctuaciones de precios, ya que vender acciones solo porque bajan es un error. Sugiere que la educación sobre lo que realmente se está comprando, una parte de un negocio, puede ayudar a los inversores a mantenerse enfocados y no tomar decisiones precipitadas.
Si la gestión activa te resulta demasiado estresante, quizás la mejor opción sea delegar en un profesional que se ajuste a tus necesidades o considerar la opción de invertir en índices. La gestión activa no solo se trata de rentabilizar tu dinero, sino también tener pasión y disfrute por ello. No todo el mundo tiene el tiempo o el interés necesario para hacerlo, no pasa nada por reconocerlo.
“Desde que comencé a invertir en 1942, han pasado 25.000 días. La mayoría de las noticias han sido negativas. El Dow Jones estaba en 100 puntos, hoy está en 25.000” - Warren Buffett.
A partir del minuto 14.
En resumen, aunque los tiempos de incertidumbre pueden parecer aterradores, mantener una perspectiva a largo plazo y centrarse en la calidad de las inversiones es clave. No dejes que las fluctuaciones de mercado te desvíen de tus objetivos; en lugar de eso, trata de entender las empresas en las que inviertes y mantén la calma.
Y recuerda, no hay mejor guía que las palabras de Warren y Charlie para navegar por el mundo de las inversiones.
¡Buena suerte! 😉
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