Antes las turbulencias de esta última semana en los mercados y las oportunidades que han surgido a lo largo de la semana, he decidido ampliar posiciones en mi cartera nuevamente. Tal como anuncié en el grupo de WhatsApp, he comprado más acciones de tres empresas y con estos movimientos me quedo al 100 % invertido.
A partir de ahora, no haré nuevas compras hasta que reciba más capital, a menos que venda algo de mi cartera para reforzar alguna posición que considere demasiado castigada.
Quizás te preguntes: “¿Por qué no esperar unos días, si parece que todo va a seguir cayendo?” Pues porque ni yo ni nadie sabe con certeza lo que va a pasar. ¿Cuántas veces el mercado apuntaba a un desplome inevitable (como en 2011, con la crisis de deuda soberana en Europa, o en 2016, tras el referéndum del Brexit o el crash repentino causado por el Covid de 2020) y luego, de la noche a la mañana, se recuperó o incluso se disparó?
Mi filosofía es pensar en cada empresa de forma individual. Si considero que una compañía está infravalorada y mis proyecciones a 10 años son buenas, para mí es un precio justo al que entrar. Y, de momento, aunque mi cartera también está cayendo, lo hace con menos fuerza que el mercado en general, lo que me da confianza en su resiliencia.
Las tres empresas en las que he ampliado son: